Seguro que echando gasolina te has preguntado alguna vez cómo llega el combustible de tu vehículo a la gasolinera.
Lo cierto es que parece más fácil de lo que es, pero el proceso es bastante complejo, por eso hoy te lo vamos a contar en este post:
1.- Prospección y extracción del petróleo: Tras hacer una serie de comprobaciones, se realizan las perforaciones oportunas en desiertos, mares o regiones polares principalmente y en esos yacimientos se empieza a realizar la extracción del crudo.
2- Refino del crudo: Ese petróleo es trasportado a una refinería, que probablemente se encuentre a miles de kilómetros, donde se somete a una destilación fraccionada que lo convertirá en gasolina o gasoil. El combustible vuelve a ser bombeado a un tanque de un depósito de la refinería.
3- Distribución: Es el turno de los camiones cisternas que recogerán la gasolina para llevarlo a una estación de servicio donde se vaciará en los tanques de almacenamiento que se encuentran en depósitos subterráneos por seguridad.
Cuando las distancias entre la refinería y las estaciones de servicios son muy amplias, en ocasiones se pueden usar oleoductos para acercar el combustible, aunque el trayecto final termine haciéndose igualmente en un camión cisterna.
5- Repostaje: Finalmente, el cliente podrá coger el surtidor y llenar el tanque de su vehículo simplemente apretando una palanca.
La gasolina es esencial para la red mundial de transporte, sirviendo como combustible primario que hace funcionar los motores de combustión interna que mueven la mayoría de los automóviles y otros sistemas de transporte, así que la próxima vez que estés repostando recuerda que para que tu vehículo pueda funcionar detrás un gran trabajo de ingeniería y logística.
Los últimos datos estiman que en España hay más de 11.500 gasolineras repartidas por toda la geografía, por lo que siempre tendrás cerca una para poder repostar y continuar tu viaje.